Cuando la superficie de la carretera está mojada, las condiciones de manejo cambian y se deben tomar más previsiones al respecto.

El acuaplaneo o hidroplaneo es una situación que ocurre muy frecuentemente en época lluviosa, en zonas de la carretera donde se acumula mucha agua, ya que ésta limita la fricción entre la llanta y el suelo y como resultado el vehículo empieza a flotar o planear sobre el agua y se pierde el control.

Hay varios factores que influyen en que esto pueda suceder:

  • La velocidad del vehículo: entre más velocidad, menos posibilidad tienen las llantas de evacuar el agua necesaria
  • Los llantas gastadas: los dibujos o zurcos en las llantas están hechos precisamente para ayudar a desplazar el agua, para que estos sean efectivos, deben tener como mínimo 2 milímetros de profundidad
  • La presión de las llantas: siempre asegurarse de tener la correcta, ni más ni menos de lo que indica el fabricante
  • El peso del vehículo: entre más pesado sea, le será más fácil desplazar el agua. Por lo que si se viaja en motocicleta, se deben tener mayores precauciones.

Si llegara a suceder el hidroplaneo lo mejor que se puede hacer es sostener el volante fuertemente con ambas manos y no acelerar el vehículo hasta recuperar el control.

Pero el mejor consejo que le podemos dar es que en situaciones de lluvia, es conducir a la mitad de la velocidad que se haría en condiciones normales y mantener una distancia prudente con el vehículo del frente para tener tiempo de maniobrar.